Existen momentos que nos
empujan a una introspección y a
un cuestionamiento de nuestro propio ser. Esto suele ser muy común en época de Año
Nuevo, Cumpleaños, haciendo la carta al Espíritu de la Navidad o simplemente un
fin de semana cualquiera. Es como un repentino despertar del deseo de estar, hacer o tener algo distinto de lo que estamos viviendo.
Esos momentos de
inspiración han generado cosas maravillosas en ciertas personas, siempre y
cuando hayan sido acompañados de un efectivo Enfoque y, por supuesto, de una determinada Acción.
Cuando este flash de
genialidad no está soportado de unas acciones que alimenten su energía, la
persona por lo general termina desmotivada y hasta deprimida con la incómoda
sensación de que perdió su tiempo pensando en pajaritos preñados.
Esto se debe a que no se
supo combinar el poder creativo generado por la “idea” inicial con la
estrategia derivada de un enfoque
efectivo hacia el deseo presentado.
¿Cómo se logra esto entonces?
Lo primero es tener muy en
claro una cosa: “Si uno tiene un deseo ardiente de conseguir algo, es porque se tiene
el potencial necesario para lograrlo”. Tu mente inconsciente sabe que tú puedes lograr la meta propuesta, de
lo contrario no se te hubiese ocurrido.
Lo segundo es determinar
nuestra capacidad en lograr la meta planteada. Esto va a depender de nuestro
conocimiento adquirido y/o la experiencia acumulada en relación al deseo que
queremos alcanzar. Si estamos deficientes en este aspecto pues debemos
prepararnos más, según lo requiera nuestro objetivo.
Y el tercer aspecto que
debemos evaluar para lograr un Enfoque
Efectivo es el Merecimiento…
justamente aquí es donde aparece el cable pelado que termina saboteando
nuestras acciones para conquistar el deseo planteado. Tenemos que estar
plenamente convencidos de que merecemos tener,
estar y hacer eso que dicta nuestros deseos porque de
lo contrario estaríamos colocando las barreras que se interpondrán entre
nosotros y nuestros sueños.
Me suelo encontrar con
personas que manifiestan tener problemas de enfoque y por eso nunca alcanzan
sus deseos, cuando en realidad lo que tienen es un problema de autoestima que los distraen de
aquello que en realidad quieren lograr. Es decir, las personas saben enfocarse pero lo hacen justamente en lo que no
deben y por ello no logran sus objetivos.
Para disfrutar del
maravilloso poder del Enfoque Total debemos
tener en cuenta:
·
El Potencial para lograr nuestro objetivo
·
La Capacidad para alcanzar la meta
·
Y el Merecimiento sobre eso que soñamos
Al tener alineados estos 3
aspectos, sólo queda entrar en la acción
necesaria para llevar a cabo nuestro proyecto. Te aseguro que siguiendo estas
recomendaciones vas a disfrutar, en un tiempo justo, de todos los sueños que tu
mente y tu corazón planteen ante ti.
Buen viaje…
Foto cortesía de: Vanessa Rossi
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