Hace un par de días le comenté a Quico Salazar, un amigo al cual aprecio y respeto mucho, que tenía la intención de
escribir sobre las Expectativas a lo cual él me respondió con la siguiente
frase: “las expectativas son la gasolina del mundo”.
Que hacer con tus Expectativas? |
Me tomé días desde entonces para
analizar qué tan cierto para mí era esa visión del término. Hasta éste momento,
qué tanto de empuje o de gasolina había sido para mí las expectativas?
Ciertamente casi todo lo que hice hasta ahora vino acompañado por
expectativas. Y considero que así lo es
para la mayoría de las personas que conozco. Todas las veces que los
resultados fueron acordes a lo esperado, esa expectativa pasaba a significar el
motor y la gasolina de todo lo que hice para ese fin. Lo fue para mí y
seguramente lo fue para ustedes.
Redactar y enviar un currículum donde el
resultado sea que la empresa te llame, es cumplir con las expectativas.
Invertir recursos en un proyecto o negocio donde al cabo de un tiempo
genere ganancias, es cumplir con las expectativas. Inscribirte en la
universidad y terminar graduándote con un empleo asegurado, es definitivamente
cumplir con las expectativas. Puedo seguir exponiendo casos similares pero
hasta aquí todo parece indicar que la definición que me compartió Quico es
válida.
Bueno… si pero no!
Qué pasa cuando las expectativas no se
cumplen? Si la empresa no te llama, si el negocio quebró o si no pudiste
graduarte como lo tenias previsto, sigue siendo entonces la expectativa una
gasolina que mueve al mundo? O por el
contrario, al no cumplir con la expectativa, tu mundo se detiene? He de confesar que muchas veces mi mundo
parecía detenerse cuando el resultado obtenido no cumplía con la expectativa.
Qué hacer entonces?
Recientemente asistí a una conferencia
dictada por una reconocida coach internacional y ella comentó algo que repercutió
en mi mente y al parecer logro pasar un switch con respecto a este tema. Ella
habló sobre los objetivos y fue entonces cuando mi enfoque cambió y pude
entender que era lo que tenía que hacer.
Si en vez de manejarme a través de las
expectativas cuando emprendo alguna idea, intención, negocio, entrevista o
proyecto, lo hago más bien enfocado desde objetivos? Porque vamos a estar claros,
así la cosa cambia al momento de encontrarme con “resultados no esperados”.
Si convierto mi expectativa en un objetivo,
entonces seguiré intentando por diversas maneras el ir cumpliendo metas hasta obtener el
resultado deseado. Si convierto mi expectativa en un objetivo, mi mundo no se
detiene con un resultado adverso, sino por el contrario me impulsa a encontrar
nuevas formas de llegar hasta al destino planteado. A los objetivos no les importan cuantas veces
te caes, solo les importan las veces en que te levantas y sigues
intentando.
Genial todo esto de los objetivos verdad? Cambiando
mi enfoque puedo cambiar mis resultados. Me gustaría conocer que expectativas
te atreverías a cambiar para convertirla en objetivos...!
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