jueves, 19 de septiembre de 2013

Expectativas

Hace un par de días le comenté a Quico Salazar, un amigo al cual aprecio y respeto mucho, que tenía la intención de escribir sobre las Expectativas a lo cual él me respondió con la siguiente frase: “las expectativas son la gasolina del mundo”.
Que hacer con tus Expectativas?
Me tomé días desde entonces para analizar qué tan cierto para mí era esa visión del término. Hasta éste momento, qué tanto de empuje o de gasolina había sido para mí las expectativas? Ciertamente casi todo lo que hice hasta ahora vino acompañado por expectativas. Y  considero que así lo es para la mayoría de las personas que conozco. Todas las veces que los resultados fueron acordes a lo esperado, esa expectativa pasaba a significar el motor y la gasolina de todo lo que hice para ese fin. Lo fue para mí y seguramente lo fue para ustedes.
Redactar y enviar un currículum donde el resultado sea que la empresa te llame, es cumplir con las expectativas. Invertir recursos en un proyecto o negocio donde al cabo de un tiempo genere ganancias, es cumplir con las expectativas. Inscribirte en la universidad y terminar graduándote con un empleo asegurado, es definitivamente cumplir con las expectativas. Puedo seguir exponiendo casos similares pero hasta aquí todo parece indicar que la definición que me compartió Quico es válida.
Bueno… si pero no!
Qué pasa cuando las expectativas no se cumplen? Si la empresa no te llama, si el negocio quebró o si no pudiste graduarte como lo tenias previsto, sigue siendo entonces la expectativa una gasolina que mueve al mundo?  O por el contrario, al no cumplir con la expectativa, tu mundo se detiene?  He de confesar que muchas veces mi mundo parecía detenerse cuando el resultado obtenido no cumplía con la expectativa.
Qué hacer entonces?
Recientemente asistí a una conferencia dictada por una reconocida coach internacional y ella comentó algo que repercutió en mi mente y al parecer logro pasar un switch con respecto a este tema. Ella habló sobre los objetivos y fue entonces cuando mi enfoque cambió y pude entender que era lo que tenía que hacer.
Si en vez de manejarme a través de las expectativas cuando emprendo alguna idea, intención, negocio, entrevista o proyecto, lo hago más bien enfocado desde objetivos? Porque vamos a estar claros, así la cosa cambia al momento de encontrarme con “resultados no esperados”.
Si convierto mi expectativa en un objetivo, entonces seguiré intentando por diversas maneras  el ir cumpliendo metas hasta obtener el resultado deseado. Si convierto mi expectativa en un objetivo, mi mundo no se detiene con un resultado adverso, sino por el contrario me impulsa a encontrar nuevas formas de llegar hasta al destino planteado. A los objetivos no les importan cuantas veces te caes, solo les importan las veces en que te levantas y sigues intentando. 



Genial todo esto de los objetivos verdad? Cambiando mi enfoque puedo cambiar mis resultados. Me gustaría conocer que expectativas te atreverías a cambiar para convertirla en objetivos...!

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