Desde que tomé la maravillosa decisión de
transitar por el camino del desarrollo personal, muchas son las personas
espectaculares con las que he podido compartir y aprender mucho, pero sin duda
alguna la que más influencia ha marcado en mí, hasta el momento, es Heiddy Sulbaran.
Estoy totalmente de acuerdo con Heiddy sobre
ese aspecto porque si no tomamos como hábito el
renovar cada día nuestra motivación, entonces la misma se va a desinflar o
apaciguar. Sería como matar de hambre a una mascota. A la motivación hay que alimentarla constantemente porque de ella
depende el impulso y la fuerza que empleamos para realizar las cosas.
Ahora bien, cómo mantenemos firme esa motivación?
Lo primero es tener claro y definido qué es
lo que se quiere. Si no tenemos determinado cuál es el deseo, entonces no
sabremos cual dirección tomar, para dónde mirar o qué hacer en un momento dado.
Luego, debes conocer cuales herramientas posees para llevar a cabo esa meta. Saber
cuales son nuestras fortalezas nos permite tomar un segundo impulso en momentos
en que todo parece ir contra nosotros. Una vez que ya tienes claro qué quieres
y con qué cuentas para ello, entonces debes comprometerte. Tienes que tomar
consciencia sobre las consecuencias de lograr o de no lograr tu meta. ¿Qué pasa si obtengo eso que tanto deseo? ¿Qué
pasa si no lo obtengo? Las respuestas a estas preguntas te permitirán fijar
una actitud comprometida para con el sueño que te propusiste.
Teniendo todos estos aspectos cubiertos,
debemos entrar a la acción y para ello necesitamos un plan; Debemos establecer
una secuencia de actos que nos permitan de forma programada y sistemática llegar a nuestra meta. No te asustes con
estas palabras, se trata solamente de fijar unos pasos y tener la consciencia
de que ellos preceden a los próximos movimientos.
Si el plan falla, cambia el plan. Recuerda
no dejarte manipular por las expectativas, sino enfocarte en los objetivos. No importa en cuantos
intentos llegues a la meta. Lo importante es que llegues!
Como bien dice mi amiga: acuéstate
soñando con lo que quieres y al despertar ve tras tus sueños. Estar desmotivado
es como andar sudoroso; Con una buena ducha que te refresque, renuevas tu ánimo.